
Birmania.-
La cifra de víctimas tras el devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió Birmania el viernes sigue en aumento. Según el balance más reciente de este 29 de marzo, al menos 1,644 personas han perdido la vida y más de 3,400 han resultado heridas. Las labores de rescate continúan en diversas regiones del país, donde decenas de personas permanecen atrapadas bajo los escombros.
El epicentro del sismo se localizó en la región de Sagaing, al noroeste del país. Minutos después, una réplica de magnitud 6.7 volvió a sacudir la zona, dificultando las tareas de rescate. Debido a la poca profundidad del movimiento telúrico, el impacto se sintió en ciudades lejanas, como Bangkok, Tailandia, donde un edificio en construcción colapsó.
Estado de emergencia y crisis humanitaria
Ante la magnitud del desastre, el gobierno birmano declaró el estado de emergencia en seis regiones y ha solicitado ayuda internacional. Organizaciones como la Cruz Roja trabajan contrarreloj para salvar vidas en medio de condiciones adversas.
La situación en Mandalay es especialmente crítica, con al menos 90 personas atrapadas en un edificio residencial de 12 pisos que colapsó. La falta de maquinaria especializada ha obligado a los sobrevivientes y rescatistas a excavar con sus propias manos en busca de familiares y vecinos.

Este desastre golpea a Birmania en un momento de inestabilidad política y social. Desde el golpe de Estado de 2021, el país se encuentra en una guerra civil que ha desplazado a millones de personas y ha deteriorado gravemente su economía. Ahora, la crisis se agrava con la destrucción de infraestructura clave, como aeropuertos, puentes y carreteras.
Escalada de víctimas y respuesta internacional
Los modelos de predicción del Servicio Geológico de Estados Unidos advierten que la cifra de muertos podría superar los 10,000 y las pérdidas económicas podrían ser catastróficas, incluso por encima del Producto Interno Bruto (PIB) anual del país.
El líder militar birmano, Min Aung Hlaing, visitó Mandalay y anunció que el país está dispuesto a recibir ayuda humanitaria. Mientras tanto, las autoridades han solicitado donaciones de sangre, ya que los hospitales están desbordados y las necesidades médicas crecen con cada hora que pasa.
La comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de la tragedia en Birmania, mientras los equipos de rescate trabajan sin descanso y la cifra de víctimas podría seguir en aumento en los próximos días.
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