Hermosillo, Sonora.-
La sequía ha dejado un impacto económico significativo en Sonora, ascendiendo a 745.17 millones de pesos, según datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Este fenómeno es parte de una lista de desastres hidrometeorológicos que, desde el año 2000, han afectado gravemente al estado.
En total, los desastres hidrometeorológicos, que incluyen ciclones tropicales, inundaciones, nevadas y temperaturas extremas, han representado un impacto de 6 mil 820.67 millones de pesos, lo que equivale al 66.87% del total de las pérdidas económicas por desastres en la entidad.
El costo de los desastres en Sonora
Entre 2000 y 2022, Sonora fue escenario de 400 desastres provocados por fenómenos naturales, químicos, geológicos y sanitarios. El impacto económico total de estos eventos asciende a más de 10 mil 199.58 millones de pesos, afectando a miles de personas y comunidades.
El desastre más costoso en términos económicos ocurrió fuera de los fenómenos hidrometeorológicos: el derrame de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de cobre en el Río Bacanuchi, en 2014, originado por la mina Buenavista del Cobre. Este evento costó al estado mil 800 millones de pesos y afectó a siete municipios.
Por su parte, el ciclón tropical Jimena, ocurrido en 2009, tuvo un impacto de 979.2 millones de pesos. Aunque no tocó directamente tierras sonorenses, provocó daños a más de 3 mil viviendas en municipios como Guaymas, Empalme y Navojoa.
Sequías: una preocupación constante
La sequía sigue siendo uno de los fenómenos más recurrentes y costosos en Sonora. El evento más severo tuvo lugar en noviembre de 2019, afectando a 10 municipios y 3 mil 958 hectáreas de terreno. Este episodio representó pérdidas de 482.5 millones de pesos.
Un llamado a la prevención y resiliencia
Ante estos datos, el gobierno de Sonora y las autoridades federales enfrentan el desafío de implementar estrategias para mitigar los efectos de los desastres naturales. El impacto económico y social de estos eventos subraya la urgencia de fortalecer las acciones preventivas, promover el manejo sostenible de los recursos y aumentar la resiliencia de las comunidades afectadas.
Mientras tanto, los ciudadanos de Sonora continúan enfrentando las consecuencias de fenómenos naturales y ambientales que han marcado profundamente la historia reciente del estado.
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