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LEYENDAS DE SONORA…EL CRISTO NEGRO DE ACONCHI

Foto del escritor: Roberto QuinteroRoberto Quintero

En esta nueva entrega de la serie Leyendas de Sonora, retomamos una antigua historia que ha pasado de generación a generación y relata la llegada del Cristo Negro al Templo de San Pedro y San Pablo en el municipio de Aconchi.


Se dice que, un día, llegó un Cristo blanco que estaba destinado para la iglesia de Arizpe, pero los hombres que lo llevaban resolvieron descansar y pasar la noche en Aconchi.


A la mañana siguiente no pudieron levantarlo para proseguir el viaje, así que decidieron dejarlo en aquel lugar. Luego llamaron a otros hombres que les ayudaran, pero no hubo manera de alzarlo, así que ahí se quedó hasta la época cristera.


Fue por esos años cuando el Cristo, junto a otras imágenes, fue destruido. ¡Era como si lo hubieran decapitado! De hecho, sólo quedó la cabeza, la cual fue recogida por un campesino que pasaba por ahí y que se quedó con ella.


Por lo anterior, un nuevo Cristo fue pedido a España. ¡Durante dos años estuvieron enviándolo, pero siempre se quebraba en el trayecto!


Nadie podía entender qué estaba sucediendo, hasta que un día, por fin, llegó intacto a Aconchi. Muy contentos, los habitantes abrieron la caja para ver su nueva imagen, pero, para sorpresa de todos, no era del color que habían ordenado, ¡sino que era el Cristo Negro de Esquipula!


Todos comprendieron que así era como el Cristo deseaba ser y así se conserva en el altar del templo hasta nuestros días.


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