La salud mental puede abordarse en cualquier etapa de la vida, y la niñez no es la excepción. Expertos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos destacan la importancia de prestar atención a los comportamientos infantiles para determinar si corresponden a etapas normales del desarrollo o si pueden ser señales de problemas más graves.
El Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos subraya que puede ser complicado distinguir entre conductas normales y aquellas que representan motivo de preocupación. Sin embargo, la salud mental puede tratarse desde edades tempranas, lo que refuerza la importancia de consultar con especialistas para garantizar un desarrollo emocional saludable.
El impacto del uso de pantallas
En la actualidad, uno de los factores que genera mayor preocupación entre los expertos es el uso excesivo de dispositivos como celulares, tablets y computadoras por parte de niños y adolescentes. Según la Fundación Femeba, estudios observacionales han relacionado el uso excesivo de pantallas con una peor salud mental en estos grupos.
La pediatra Nusheen Ameenuddin advierte que los padres deben monitorear el contenido digital que consumen sus hijos para evitar impactos negativos en su sueño, estado de ánimo y desempeño escolar. Además, destaca que el uso excesivo de redes sociales puede influir de manera negativa en el bienestar emocional de los niños.
Recomendaciones para el uso saludable de la tecnología
Los especialistas de Mayo Clinic ofrecen consejos prácticos para equilibrar el uso de dispositivos digitales y cuidar la salud mental de los menores:
Establecer límites: Evitar el uso de pantallas durante las comidas y al menos una hora antes de dormir.
Espacios específicos: Designar áreas fuera de las habitaciones para cargar los dispositivos, favoreciendo una mejor calidad de sueño.
Diálogo honesto: Conversar abiertamente con los niños sobre los efectos negativos del uso excesivo de la tecnología y enseñarles hábitos responsables.
Promover el equilibrio entre la tecnología y actividades como el ejercicio, la lectura y la convivencia familiar es clave para garantizar un desarrollo integral y proteger la salud mental de las futuras generaciones.
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