La definición médica del riesgo cardiovascular es la siguiente: “La probabilidad de que un evento, como un infarto o derrame cerebral, le ocurra a una persona, en un plazo de 10 años”.
Ello está ligado a diversos factores de riesgo; pero, ¿qué significa esto?. Lo explicamos a continuación:
Un factor de riesgo es algo acerca de nuestra persona, ya sea una característica, acción, o hábito. Es cuando se incrementa la posibilidad de padecer una enfermedad que afectará al corazón, cerebro u otro órgano. Algunos factores no pueden ser modificados, aunque otros sí. Sobre estos últimos, es posible disminuir el riesgo de padecer este tipo de males, y lograr una vida más larga y saludable.
Tipos de factores de riesgo:
No modificables:
Edad. Un problema en el corazón, aumenta con los años
Género. Los hombres tienen mayor riesgo que las mujeres, antes de la menopausia; pero, una vez instalada en estas, corren más riesgo que ellos de padecer una alteración cardiaca
Genética
Raza
Modificables:
Fumar. Si usted lo hace, déjelo
Controlar la ingesta de grasas (colesterol) con la dieta
Controlar la presión arterial (paciente con hipertensión), y los niveles de glucosa (paciente con diabetes), es posible mediante la dieta, el ejercicio y los medicamentos
Evitar el sedentarismo, practicando ejercicio, por lo menos, 30 minutos al día
Mantener un peso saludable, comiendo alimentos nutritivos, y porciones adecuadas. De ser necesario, asistir al nutriólogo para aprender sobre la alimentación
Aprender formas saludables de enfrentar el estrés
Limitar las bebidas alcohólicas
Cuando percibimos y decidimos que el cambio está en nuestras manos, tenemos la oportunidad de alargar el tiempo con salud, más allá de los 10 años que marca la definición de riesgo cardiovascular.
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La buena nutrición es importante para su salud cardiaca, y lo ayudará a controlar algunos de los factores de riesgo.
Escoja una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros.
También con proteínas magras, como pollo, pescado, frijoles y legumbres.
Elija productos lácteos bajos en grasa, como leche al 1 %.
Evite el sodio (sal) y las grasas que se encuentran en alimentos fritos, procesados y productos horneados.
Coma menos productos animales que contengan queso, crema o huevos.
Lea las etiquetas y aléjese de la "grasa saturada", así como de cualquier alimento que contenga grasas "parcialmente hidrogenadas" o "hidrogenadas". Estos productos usualmente están cargados de grasas poco saludables.
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