
Douglas, Arizona.-
Aaron Thomas Mitchell, de 30 años, exagente de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), fue sentenciado a 27 años de prisión tras ser declarado culpable de secuestrar y agredir a una estudiante de secundaria de 15 años.
De acuerdo con las pruebas presentadas en el juicio, Mitchell abordó a la menor cuando esperaba el inicio de clases, se identificó como agente del orden y le ordenó subir a su vehículo. Posteriormente, la inmovilizó con esposas y la trasladó durante casi una hora hasta su apartamento, donde la retuvo contra su voluntad y la agredió repetidamente durante varias horas. Más tarde, la dejó en un callejón cercano a la escuela secundaria.
Un análisis del teléfono de Mitchell reveló búsquedas en internet sobre temas como violación, cómo silenciar a una víctima y el tiempo necesario para asfixiar a una persona.

"Mientras trabajamos para asegurar la frontera sur, es esencial que nuestros agentes del orden se mantengan irreprochables y cuenten con la confianza de las personas a las que protegen", declaró el fiscal federal Timothy Courchaine, del Distrito de Arizona. "Esta sentencia demuestra que si alguien abusa de su posición de autoridad, enfrentará las consecuencias más severas posibles. Y aunque nunca podremos reparar el dolor que este acusado infligió a la víctima, nos enorgullece ver que se ha hecho justicia".
El agente especial a cargo de la Oficina de Campo del FBI en Phoenix, José A. Pérez, destacó: "Esta sentencia subraya el compromiso del FBI de responsabilizar a los agentes del orden cuando violan los derechos de las personas. Cuando un agente ignora su juramento y perjudica a quienes prometió proteger, traiciona a su comunidad y a todos los que portamos una placa".
El caso fue investigado por el Departamento de Policía de Douglas y la Oficina Local del FBI en Phoenix, Agencia Residente de Sierra Vista. La fiscal federal adjunta Carin Duryee, del Distrito de Arizona, y la abogada litigante MarLa Duncan, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, estuvieron a cargo de la acusación.
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