El chicle es una golosina que muchos disfrutan hoy en día para refrescar el aliento, pero su historia y origen son menos conocidos. Esta sustancia masticable tiene raíces profundas en las culturas prehispánicas de México, particularmente entre los mayas y mexicas, quienes descubrieron sus múltiples beneficios.
La historia del chicle en las culturas mayas y mexicas
La aparición del chicle se remonta a la época prehispánica. La civilización maya utilizaba el chicle para varios propósitos, como limpiarse la boca antes de las ceremonias, mitigar la sed durante las épocas de sequía y aumentar la salivación.
El término utilizado por los mayas para designar esta sustancia era "sicté ya´", que significa "masticar con la boca".
Por otro lado, los mexicas conocían al chicle como "tzictli", una palabra náhuatl que se refiere al polímero gomoso obtenido de la savia del árbol Manilkara zapota.
El origen del chicle en México y su impacto en la industria mundial
Este árbol, también conocido como chicozapote, es originario de Mesoamérica y se encuentra en climas tropicales desde México hasta Sudamérica.
Propiedades y usos del chicle en tiempos prehispánicos
El chicle contiene flavonoides y aceites esenciales que le confieren propiedades antiinflamatorias y calmantes, haciéndolo ideal para personas con cuero cabelludo sensible o problemas como la caspa.
Durante la época prehispánica, estas propiedades eran bien conocidas y aprovechadas por las culturas mayas y mexicas.
El chicle en la época colonial y su expansión global
Durante la época de la Colonia, el chicozapote se introdujo en Filipinas a través del Galeón de Manila y, actualmente, crece de forma abundante en otros países asiáticos como Bangladesh, Indonesia y Malasia.
La goma original y natural que permitió el desarrollo de la industria proviene de la resina que se extrae del árbol del chicozapote, principalmente en la Península de Yucatán.
En la primera mitad del siglo XX, México suministró grandes volúmenes de chicle a la industria norteamericana. Según los investigadores Oscar A. Forero y Michael R. Redclift, en 1942, México exportó a Estados Unidos casi cuatro millones de kilos de chicle, el mayor volumen en su historia.
Este consumo masivo estuvo vinculado con las economías y los pueblos forestales de Quintana Roo.
La transformación del chicle en un producto comercial
El chicle, tal como lo conocemos hoy, comenzó a desarrollarse en la década de 1860.
Fue el expresidente Antonio López de Santa Anna quien llevó un cargamento de chicle de México a Nueva York. Allí, Thomas Adams intentó usarlo como sustituto del caucho, pero sin éxito.
Sin embargo, descubrió su potencial como goma de mascar, cortándola en tiras y añadiendo sabor. Así, en 1871, nació la "Adams New York Chewing Gum".
La transformación del chicle en un producto comercial
El impacto cultural y económico del chicle
El chicle no solo tiene un impacto cultural significativo en México, sino que también ha jugado un papel importante en la economía. Desde su uso ceremonial en tiempos prehispánicos hasta su comercialización global, el chicle ha sido un producto que ha unido diferentes épocas y culturas.
Comments