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Foto del escritorRoberto Quintero

EL DOGO SONORENSE: HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE UN ÍCONO DE LA GASTRONOMÍA CALLEJERA




Hermosillo, Sonora.-

 

Si hay un platillo que refleja la esencia de la comida callejera sonorense, es el dogo. Este reinvento del hot dog estadounidense ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un símbolo gastronómico de la región y un favorito tanto local como internacional.

 

Los orígenes: de California a Hermosillo

La historia del dogo sonorense se remonta a 1945, cuando Don Cipriano Lucero, tras servir como sargento en la cocina militar durante la Segunda Guerra Mundial, regresó a Hermosillo con la idea de adaptar el hot dog que había conocido en California. Junto a su esposa, Luz Celia Ajá, inauguró en 1947 el Café Kiki, donde introdujo los primeros "chili-dogs" al estilo estadounidense, con catsup, mostaza y frijoles con chile.

 

Un desafío clave fue la falta de pan similar al utilizado en Estados Unidos. Esto llevó a Don Cipriano a colaborar con la panadería La Convencedora para crear un pan especial más largo y resistente, que se convertiría en el característico pan doguero del dogo sonorense.

 

La evolución del dogo

Durante las décadas siguientes, los hot dogs migraron de los restaurantes a las carretas callejeras, volviéndose más accesibles y diversificados. En los años 80, la plaza Emiliana de Zubeldía, frente a la Universidad de Sonora, se consolidó como un punto de referencia para los vendedores, quienes comenzaron a experimentar con ingredientes como:

 

Tocino envuelto en la salchicha

Aguacate

Cebolla caramelizada

Champiñones

Salsas caseras

Guarniciones como papas trituradas

 

Innovaciones como las "momias" (salchichas envueltas en tortilla de harina y tocino) y las salsas únicas añadieron un sello distintivo. Estas combinaciones hicieron del dogo una experiencia abundante y personalizada, adaptada al gusto de cada cliente.

 

Un debate sonorense: ¿Cuál es el mejor dogo?

En ciudades como Hermosillo y Ciudad Obregón, el dogo no solo es un alimento, sino un tema de debate. Las variaciones en la receta según la región han generado apasionadas discusiones sobre cuál es la mejor preparación, reflejando el arraigo cultural de este platillo.

 

El dogo sonorense conquista el mundo

La migración y el intercambio cultural han llevado al dogo sonorense más allá de México. En Estados Unidos, los Sonoran hot-dogs han ganado gran popularidad, consolidándose como un ejemplo de la creatividad y el ingenio mexicano.

 

Hoy, el dogo es mucho más que una comida; es una celebración de tradición e innovación, un platillo que une generaciones y culturas en cada mordida.

 

¿Tienes un lugar favorito para disfrutar de un buen dogo en Sonora?

 

 

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