Los Ángeles, California.-
Los incendios forestales que arden en Los Ángeles desde hace seis días han dejado una estela de devastación, cobrando la vida de 24 personas y obligando a más de 100 mil individuos a abandonar sus hogares.
Los siniestros de Palisades y Eaton son los más destructivos, concentrando la mayor parte de las víctimas mortales y las pérdidas materiales. Hasta ahora, 16 fallecimientos han sido atribuidos al incendio en Eaton y 8 al de Palisades.
Pérdidas humanas y materiales
Además de las víctimas fatales, se reporta que alrededor de 12 mil edificaciones, incluidos hogares y vehículos, han sufrido daños o destrucción total. Las evacuaciones masivas han dejado a miles de personas sin hogar, mientras las llamas continúan avanzando.
Esfuerzos de contención
Equipos de bomberos provenientes de siete estados de EE. UU., junto con brigadas de Canadá y México, trabajan intensamente para combatir los incendios.
Palisades: Ha arrasado 23,713 hectáreas (96 km²) y solo está controlado en un 11%.
Eaton: Ha consumido 14,117 hectáreas (57 km²) y su contención alcanza el 27%.
Hurst: Aunque menos grave, este incendio ya está controlado en un 89%.
Los vientos de Santa Ana, con ráfagas equivalentes a un huracán, han dificultado los esfuerzos, avivando las llamas y propagando brasas hasta 3 kilómetros más allá de las líneas de contención. Estos vientos continuarán hasta el miércoles, complicando aún más la labor de los equipos de emergencia.
Impacto y declaraciones oficiales
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó estos incendios como una de las catástrofes naturales más devastadoras en la historia de Estados Unidos. Las autoridades han advertido que podrían emitir nuevas órdenes de evacuación en el condado de Los Ángeles en las próximas horas.
Solidaridad comunitaria y esperanza
A pesar de la tragedia, la comunidad ha mostrado una notable solidaridad. Voluntarios y organizaciones locales se han unido para brindar apoyo a los afectados, mientras los bomberos trabajan sin descanso para controlar las llamas.
Se espera que las condiciones meteorológicas mejoren en los próximos días, lo que podría facilitar los esfuerzos de contención y brindar un rayo de esperanza para una región que enfrenta una crisis sin precedentes.
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