
Agua Prieta, Sonora.-
La repentina desaparición de la empresa Siev, ubicada en calle 28 y avenida 10 de Agua Prieta, ha dejado a decenas de ciudadanos con trámites vehiculares inconclusos y sin respuestas. Esta empresa, dirigida por Jairo Alegría, operaba ofreciendo servicios de empadronamiento vehicular, pero cerró de manera abrupta, generando sospechas sobre su legalidad.
A raíz de esto, han surgido múltiples señalamientos de fraude en su contra, incluyendo la presunta estafa a un ciudadano llamado Jorge, quien asegura que Alegría incumplió con al menos cinco trámites de legalización de vehículos. Sin embargo, en lugar de enfrentar las acusaciones, el empresario ha optado por seguir operando bajo nuevas identidades y nombres comerciales.
Tras el colapso de Siev, Jairo Alegría intentó continuar con sus actividades a través de una nueva empresa denominada “Avapromex”, la cual tampoco logró establecerse de manera confiable en el mercado. La falta de resultados en los trámites y los reclamos de clientes inconformes hicieron que socios potenciales se distanciaran de él. No obstante, Alegría no ha detenido su operación y, según testimonios, ha utilizado distintas estrategias para evadir su responsabilidad. Además de los fraudes en empadronamiento vehicular, se le señala por una deuda superior al millón de pesos con un empresario conocido como “Ponsho”, quien ha manifestado públicamente su descontento por la falta de pago.
El modus operandi de Jairo Alegría se ha mantenido constante: ofrecer trámites de legalización vehicular a precios competitivos y con tiempos de entrega cortos, solo para posteriormente desaparecer o dejar a los clientes en un limbo legal. Muchas de las personas que confiaron en sus servicios se han encontrado con trámites inexistentes o sin respaldo legal, lo que ha puesto en riesgo la legitimidad de sus vehículos. Además, se ha descubierto que Alegría sigue ofreciendo estos servicios bajo una nueva fachada, utilizando el antiguo número de contacto de Onafaac para contactar a personas de la base de datos y convencerlas de que sus operaciones son legítimas, cuando en realidad no brindan ninguna garantía real.
Las denuncias contra Alegría no son recientes. Se sabe que en el pasado trabajó como encargado de oficinas de Onafaac en Agua Prieta, donde presuntamente malversó recursos y ocultó utilidades durante años. Al ser descubierta la irregularidad, comenzaron a surgir múltiples testimonios de personas afectadas por sus prácticas fraudulentas, lo que ha llevado a que actualmente varias víctimas se estén organizando para presentar una demanda colectiva en su contra. El uso constante de nuevas razones sociales y empresas fantasma indica que su objetivo es evadir la justicia y seguir lucrando a costa de la confianza ciudadana.

La ciudadanía debe estar alerta ante estas prácticas. Expertos legales advierten que el cambio constante de nombre y la creación de empresas efímeras es una táctica común utilizada por defraudadores para evitar ser rastreados. Por ello, es fundamental que las personas que busquen servicios de empadronamiento vehicular verifiquen que las empresas estén debidamente registradas y cuenten con el respaldo de las autoridades. El llamado es claro: no caigan en estafas y no realicen pagos sin garantías legales. La opacidad y los antecedentes de Jairo Alegría son señales evidentes de que sus operaciones no son confiables y representan un riesgo para quienes buscan regularizar sus vehículos en Agua Prieta.
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