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¿DEBEN LOS NIÑOS TOMAR CAFÉ? EL DILEMA DE UNA MADRE Y LO QUE DICE LA CIENCIA




Hermosillo, Sonora.-

 

Lucía, madre primeriza de 32 años, observó con sorpresa cómo su hija de siete años pedía “un café como el de mamá”. Lejos de una negativa automática, la pregunta surgió: ¿es realmente tan malo que una niña pruebe café? Su duda es compartida por muchos padres, quienes aún no tienen claridad sobre los efectos del consumo de cafeína en los menores.

 

En un país donde el café es casi un ritual matutino, la presencia de esta bebida en la vida familiar es común. Sin embargo, la comunidad médica advierte que la cafeína y la infancia no hacen buena combinación.

 

¿Por qué evitar el café en los niños?

La Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el consumo de cafeína en menores de edad. Por su parte, Canadá ha definido límites específicos de ingesta diaria según la edad, partiendo desde los 45 miligramos (aproximadamente media taza de café) para niños de 4 a 6 años, hasta los 100 mg para adolescentes mayores de 13.

 

Aunque estas cifras podrían parecer inofensivas, el cuerpo infantil reacciona de forma distinta al de un adulto. La cafeína actúa sobre el sistema nervioso central, lo que puede generar efectos secundarios notables incluso con pequeñas dosis.

 



Efectos negativos en la salud infantil

Entre las reacciones más comunes al consumo de cafeína en niños se encuentran:

 

Aumento de la ansiedad y el nerviosismo

Dificultades para dormir

Problemas de concentración

Dolores de cabeza

Trastornos estomacales

Aceleración del ritmo cardíaco

 

Además, estudios publicados por la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética señalan que la cafeína puede interferir con la producción de la hormona del crecimiento, lo que podría afectar directamente el desarrollo físico de los menores.

 

¿Hay algún beneficio?

Mientras que en adultos el café se asocia con beneficios como menor riesgo de diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, no hay evidencia suficiente que respalde efectos positivos en cuerpos en desarrollo.

 

La Johns Hopkins University advierte que los antioxidantes del café, a menudo citados como un beneficio, no garantizan efectos saludables en niños, por lo que la recomendación es simple: evitarlo.

 

¿Cómo saber si un niño ha consumido demasiada cafeína?

Los síntomas de una sobredosis de cafeína incluyen:

 

Inquietud e hiperactividad

Insomnio

Náuseas

Dolor abdominal

Taquicardia o palpitaciones

Irritabilidad extrema

 

En casos graves, puede presentarse deshidratación o incluso arritmias cardíacas, lo que requiere atención médica inmediata.

 

¿Café sí o no?

Aunque no existe una norma única que lo prohíba, la mayoría de especialistas coincide: la infancia no es la etapa adecuada para consumir café. La moderación y la información son esenciales para tomar decisiones acertadas.

 

Lucía, como muchas madres y padres, aprendió que ese “cafecito” que parece inofensivo puede tener consecuencias. Y si bien decir “no” no siempre es fácil, la salud de los más pequeños siempre debe estar por encima de la costumbre.

 

 
 
 

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