Hermosillo, Sonora.-
El acoso escolar puede ocasionar cuadros de desestabilidad emocional y depresión, y entonces hasta ese momento se descubre que están pasando por esta situación, explica el psicólogo consultor de la Universidad de Sonora.
Al conmemorarse este 3 de noviembre el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, el llamado es a no minimizar la situación y mantenerse vigilantes ante cualquier situación que vulnere la tranquilidad de los niños y jóvenes estudiantes.
El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada tanto en el aula, redes sociales y los patios escolares, los más vulnerables son los pequeños con alguna discapacidad o condición psicológica-social.
El acoso escolar por lo regular se da entre alumnos y generalmente hay uno o más abusadores y buleadores y un pequeño grupo que recibe el maltrato psicológico, consideró el psicólogo consultor de la Universidad de Sonora, Adrián Chávez Cuevas.
Esta situación puede ocasionar cuadros de desestabilidad emocional y depresión, y entonces hasta ese momento se descubre que están pasando por esta situación, comentó.
“Normalmente eso es lo que genera la búsqueda de la consulta y luego ya empezamos a trabajar y descubrir el origen de esos problemas emocionales y en muchos de esos casos pues resultó que pasaron por situaciones de bullying”, aseveró Chávez Cuevas.
Incluso en jóvenes universitarios a veces traen problemas de ansiedad y muchos de ellos tienen ese historial de haber pasado por bullying en la primaria o en la secundaria, indicó el terapeuta.
Recomendaciones
La recomendación para las instituciones educativas es a mantener una vigilancia entre los alumnos y no minimizar las señales cuando un menor diga que lo están molestando.
“No minimizar, sino poner mucha atención, a veces no le ponemos suficiente atención o le decimos; -no le hagas caso- que es una respuesta muy común del personal de las instituciones educativas.
"Muchas veces cuando se ven descubiertos, los acosadores o buleadores tienden a practicar el bullying en los “oscurito” o buscar a los otros niños en lugares específicos donde nadie los detecte.
“Hay que mantener vigilancia, no estigmatizar ni etiquetar pero sí mantener cierta vigilancia para evitar o prevenir que alguien sea víctima, y las escuelas también deben trabajar con los papás cuando detecten este tipo de situaciones”, agregó.
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