APARICIONES DE LA VIRGEN DE GUADALUPE ¿CUÁNTAS Y CUÁLES SON?
- Roberto Quintero
- 11 dic 2022
- 6 Min. de lectura

El 12 de diciembre de 1531, según los relatos tradicionales, se contabilizaron 5 apariciones de la virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac y le mandó que le dijese al obispo de México, fray Juan de Zumárraga, que le erigiera un templo. La Virgen, en una cuarta aparición, le ordenó que cortara flores del lugar y las llevará el prelado, ambos se admiraron de que, al abrir la capa en las que la llevaba envueltas, milagrosamente apareciese una imagen que desde entonces se venera con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe.
Desde entonces, una incontable cantidad de fieles agradecen los milagros de la Virgen de Guadalupe y miles de ellos cada 12 de diciembre peregrinan a la basílica ubicada en las faldas del cerro del Tepeyac, en el norte de la Ciudad de México, para honrarla. A continuación te relatamos cada una de las apariciones de la virgen de Guadalupe.
Historia de las apariciones de la virgen de Guadalupe
De acuerdo a la tradición oral mexicana, y lo descrito por documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo en distintos archivos, María, la madre de Jesús se apareció en cuatro ocasiones al indígena chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, y en una ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego.
Según el Nican Mopohua, texto hagiográfico publicado en el siglo XVII, las apariciones de la virgen de Guadalupe tuvieron lugar en 1531, ocurriendo la última el 12 de diciembre de ese mismo año. Según diversos investigadores, el culto guadalupano es una de las creencias más históricamente arraigadas en el actual México y parte de su identidad, y ha estado presente en el desarrollo como país desde el siglo XVI.
Actualmente, aunque se cree que la imagen original está escondida al público, la realidad es que se encuentra en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, que es el centro de las celebraciones en torno a la figura religiosa.
No existe mayor festejo religioso para los mexicanos que la conmemoración de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el cerro de Tepeyac hace más de 400 años. Miles de personas se congregan en esta fecha para asistir a la Basílica de Guadalupe y adorar a la Virgen Morena.
En total fueron 5 las apariciones de la virgen de Guadalupe a un campesino de nombre Juan Diego lo que ha provocado que su historia trascienda y su imagen sea venerada en todo el mundo.
Primera aparición
Su primera aparición data del año 1531, cuando la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego, un indígena que trabajaba en Tepeyac, un cerro ubicado al norte de la Ciudad de México. En ese primer encuentro, la virgen le pidió que le dijera al obispo Juan de Zumárraga que deseaba una Iglesia construida en ese lugar. El Obispo no hizo caso al mensaje.
Segunda aparición
El mismo día, la Virgen de Guadalupe se presentó de nuevo a Juan Diego, quien le dio la respuesta negativa del obispo. María le pidió que insista en su encargo. Ante la insistencia del indio, el obispo le pidió pruebas de su mensaje.
Tercera aparición
Se llevó a cabo el 10 de diciembre, en ese encuentro Juan Diego le informó sobre la respuesta del Obispo. La Virgen morena le pidió que vuelva al día siguiente para recibir las pruebas que exigía, sin embargo, él no pudo volver debido a que su tío Juan Bernardino enfermó de gravedad.
Cuarta aparición
La cuarta de cinco apariciones de la virgen de Guadalupe ocurrió el 12 de diciembre, mientras el indio se iba en busca de un sacerdote que pueda atender a tu tío, la virgen se le presentó y lo consoló:
No temas esa enfermedad, ni otra enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro de que ya sanó.
Al instante le pidió subir al cerro de Tepeyac para recoger las flores que debía entregar al obispo Zumárraga. Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; enseguida baja y tráelas a mi presencia. Juan Diego encontró las flores y las guardó sobre su tilma.
Al encontrar al Obispo, dejó caer su tilma para enseñarle las flores, sin embargo, al instante se pudo apreciar la imagen de la Virgen de Guadalupe. Los presentes creyeron al indio y se postraron con adoración.
Quinta aparición
Cuando Juan Diego retornó a su casa, se dio con la sorpresa que su tío Bernardino ya se encontraba recuperado. Este le contó que María se le apareció y le pidió que contara su historia de curación al mundo.
Apariciones de la virgen de Guadalupe para niños
Cuenta la historia de las apariciones de la virgen de Guadalupe para niños, que hace muchos años, en un lugar de México donde se levanta el Monte Tepeyac, vivía un pequeño indio llamado Juan Diego, junto con su tío Bernardino.
Juan Diego era un niño muy bueno, que siempre ayudaba a su tío en todas las tareas de la casa y del trabajo, pues el hombre estaba muy enfermo y apenas podía sostenerse en pie.
Una fría mañana de un 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba camino de la ciudad a sus clases, cuando al pasar cerca del cerro Tepeyac una voz le llamó.
Juan Diego no sabía quién le llamaba, así que ascendió la cumbre del monte, desde donde procedía la voz, para ver quién era. Allí se encontró con una mujer muy bella, que con dulces palabras le dijo:
- Juan Diego, mi pequeño, soy la Virgen María, la madre de Dios, y deseo que sobre esta cumbre se me construya un templo para atender a los que me necesitan. Con este templo las gentes del pueblo podrán venir a contarme sus penas y dolores y yo podré ayudarles. Por favor, ve al palacio del obispo y transmítele mis palabras.
- Claro que sí mi señora, ahora mismito voy -contestó Juan Diego mientras salía corriendo hacia el pueblo.
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En aquel tiempo, el obispo era un español llamado San Juan de Zumárraga, monje Franciscano que llevaba un tiempo en aquella tierra evangelizando al pueblo indígena. El obispo escuchó al niño atentamente:
- Juan Diego, entiendo tu fervor por la Virgen, pero si me trajeras una prueba yo te creería y levantaría el templo tal como dices que la virgen te ha pedido.
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Juan Diego volvió corriendo muy ilusionado hacia la cima del Monte Tepeyac, para contarle a la Virgen lo sucedido.
- Tranquilo Juan Diego - dijo la Virgen - mañana temprano ven de nuevo y yo te daré la prueba que el obispo necesita.
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Pero a la mañana siguiente el tío de Juan Diego se puso muy enfermo y pidió a su sobrino que llamase a un sacerdote para que le diera la extremaunción. Así que Diego corrió y corrió, bordeando el monte Tepeyac para no perder tiempo, en busca del sacerdote.
De pronto la Virgen se le apareció:
-¿Dónde vas Juan Diego tan corriendo?
- Lo siento virgencita, no he podido venir a verte porque mi tío está muy enfermo y necesita ayuda - le dijo muy arrepentido Juan Diego.
- No te preocupes mi niño, yo te aseguro que tu tío va a estar bien, pero necesito que vayas a hablar con el obispo y le entregues la prueba que te voy a dejar. Sube al cerro, allí encontrarás cientos de flores que es imposible que florezcan con este frío. Córtalas y llévalas en tu manto al obispo, eso bastará para que te crea.
Juan Diego, hizo lo que la Virgen le dijo, y se encaminó al palacio del obispo.
- ¡Señor obispo, le traigo la prueba que me pidió! - le dijo Juan Diego desplegando su manto sobre el suelo.
- Al instante cayeron desparramadas por el suelo todas las flores que había recogido. Junto a ellas, estaba la imagen de la Virgen impresa en el manto del niño.
- ¡Milagro, milagro, la Virgen ha hecho un milagro! - gritó el obispo.
En ese mismo instante decidió construir la iglesia sobre la cima del monte Tepeyac.
Cuando Juan Diego llegó a su casa, y encontró a su tío completamente curado.
- ¡Diego, la Virgen ha venido a verme y me ha curado! También me ha dicho que, a partir de ahora se la conocerá como la Virgen de Guadalupe.
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